Los barcos de competición tienen una forma peculiar. Pueden alcanzar velocidades superiores a los 250 km/h.
Y es que volcar a esas velocidades es un coqueteo excesivo con la muerte.
Muchos pilotos españoles han muerto al realizar estas competiciones.
La seguridad de estos barcos son realmente escasas , pues solo cuentan con asiento del piloto , el del copiloto y un cinturón de seguridad. Este deporte es realmente un coqueteo con la muerte pues si te descuidas un segundo lo puedes pasar muy mal.
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